bendita tecnología vs. maldita tecnología

A todos nos ha pasado y todos nos quejamos alguna vez al respecto, para luego no poder vivir sin ella. La tecnología, conecta y desconecta, acerca y aleja.

Ya no ves a tus amigos, sólo les escribes y con suerte les llamas por teléfono celular o skype, y cuantos mailes no circulan por la red haciendo burla de eso. Mal cuando te acostumbras a no ver a la gente, sólo reportarte de vez en cuando, y olvidas la vida real y te quedas en la virtual. Cuando no te recuerdas cuando fue la última vez que viste a tus amigos del alma en persona o te contaron media vida por la red, dónde quedó el cafe? La chela tranquila?
Pero que bien sirve para cuando los amigos viven en países como Finlandia, Eslovaquia o Corea, o en diferentes estados del país, no?

Porqué salgo con estas cosas como si fuera algo nuevo? Algo que pasó hoy, una llamada. Esa voz! Y por todo lo que puede simbolizar un teléfono, por ejemplo. Si salgo sin él, siento que me falta algo, tan básico como las llaves de la casa o la cartera. Si no puedo encontrar a la gente o ella a mí me siento desconectada.
Si llaman de larga distancia es el mundo y no estamos tan lejos, que distancias ni que nada! O por el contrario, si llama alguien y de repente ya lo estás viendo de frente, que cosa más ridícula! y divertida jeje. Si con una llamada y una voz me ponen una sonrisa en la cara o empiezo a temblar. Por las mil llamadas con la amiga de todos los días. Es que... tengo tanto que decirle! Por los cuates que hablan para ver como amaneciste y los que llaman para invitarte a una fiesta (o que los invites, es casi lo mismo). Por las llamadas que hace una cuando está un código azul en proceso. O por las llamadas a los hermanos, esas tampoco fallan!
Y finalmente, por las llamadas que ya no voy a recibir y no puedo hacer... Porque hay lugares donde dicha tecnología no aplica (y me hace llorar).

Por todo y por nada, maldita y estúpida tecnología... que haría yo sin ella?