miércoles, 23 de mayo de 2012

pero el "hubiera" no existe


Cartas a un viejo amigo




Hubiera sido bueno que me valoraras antes de que todo se fuera al diablo. Hubiera sido una maravilla intentar la vida juntos. Hubiera sido listo que pudieras ver mi luz a tiempo.


Te juro que pensaba que éramos lo mejor del mundo juntos, y hoy sé que solo formas parte de la persona que soy, como tantos otros que me han enseñado en el camino, para beneficio mío y del mundo y para que alguien más comparta la vida conmigo. Te agradezco hasta el cielo y te deseo que la felicidad que posees te alcance para toda la vida que hemos de vivir separados. Te prometo, mi amor, que te sentirás orgulloso de mi, y que me vas a recordar siempre, aunque no me quieras. 


Así sea. 


PS. Y si me olvidas como olvidaron a Naoko, te perdono, pero si yo te olvido, perdóname también.



miércoles, 16 de mayo de 2012

die Welt


Eine muss es ja tun, wenn du es nicht tust. (Alguien debe hacerlo si tú no lo haces). 

martes, 15 de mayo de 2012

que los ruidos te perforen los dientes

Oliverio Girondo

Que los ruidos te perforen los dientes, 
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad
te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: "Mi amor",
digas: "Pescado frito";
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.



Me lo pasó Mónica en el momento justo, y Lenny lo usa como conjuro...

lunes, 7 de mayo de 2012

lágrimas

Hay unas de azúcar, de miel. Hay unas de vinagre, de sal.
Cuando escribo así, pienso en cuentos para niños y recetas sencillas para jugar: sal, azúcar, miel, canela, caramelo, vainilla y tal vez más sal.


Hay también lagrimas de amargura, pero esas te juro que por ti no las vuelvo a llorar.


Sent from Hedwig Touch II