Bien, mi repentina ausencia se debió a que me fuí unos días a la playa y me desconecté del mundo virtual (y todo lo que escribí lo anoté en una libreta, wow!).
La pasé muy bien, muy tranquila, pero al regreso misteriosamente me empecé a agripar... Eso sí, regresé tostadita de unas partes, quemada de otras y bieeen blanca de algunas otras, de ahí que digan que parezco helado napolitano.
He aquí mi obra de arte:
Tuve bastante tiempo para pensar y estar de ociosa, y lo mejor, tuve espacio para ello. No he descifrado todo pero ya lo haré, sí señor!
Anoche me dí cuenta que estoy muy triste de regresar a Morelia, y no porque no me guste mi casa y mi cama o mis amigos, sino porque regresar implica volver al trabajo, trabajar me parece deprimente en éste momento. Como en todos lados, hay gente que no tiene interés en mejorar ni avanzar, y me he topado con uno que otro personaje así en mi trabajo. Dice mi hermana que con la gente tonta no se puede hacer nada. Y estoy un poco -o un mucho –cansada, ya me hartaron tantas trabas, que tener una idea se tome a mal. No me malentiendan, me gusta mi trabajo, y me gusta el ambiente y la gente, pero no toda. Por lo pronto no me voy a quejar y haré mi trabajo lo mejor posible. Todavía hay cosas por hacer, y si no funciona, siempre hay opciones. Todos tenemos opciones. Siempre.
1 comentario:
hay amiguis te hubieras puesto bloqueador o pedirle a un chico guapo que te lo pusiera jeje y que bueno qeu tuviste la oportunidad de reflexionar y ahora que regresas pues... disfruta de lo que te gusta de morelia tus amiguiiis jojo y con lo del trabajo pues bueno.. nada es perfecto(excepto Oscar jaja) si no podemos cambiar las cosas tenemos que aprender a lidiar con ellas y pues ser feliz :)
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