- Forma actitud, María! - dijo él.
- ¿Forma actitud? Vete al diablo! - respondió ella dolida.
Él detuvo el auto cerca de una tienda, se bajó y antes de dar el portazo y ponerse los lentes oscuros dijo - de eso se trata María, de formar actitud - con tono molesto. Vaya si le enojaba que ella le hablara así, no era común, pero ciertamente le molestaba. Ella pensó que no debió mandarlo al diablo, pero el comentario realmente le había lastimado. Pronto regresó él, con agua para que ella bebiera. Se acercó del lado de la ventanilla y dejando olvidado el tono molesto le sonrió, con su perfecta sonrisa envenenada que le desbarataba, tocó con el dedo la ventanilla, y ella la bajó. - ¿Te sientes mejor? -
Ella no podía ver sus ojos pero sabia que la miraban directamente, así que le dedicó su mejor mirada de odio y él rió - lo genial es la mirada con odio- recalcó él, como si supiera lo que ella pensaba y subió al auto. - Sí, mejor. Te odio - dijo ella con voz baja. - No, no es cierto -respondió él, tan tranquilo y tan seguro. - Sí, te odio - y clavó su mirada de nuevo en él, que la esquivaba como siempre con los lentes. - No, no puedes - y volvió a reir. - Claro que puedo! Cuando menos un rato... Ya luego se me olvida. Pero de momento te odio - y se cruzó de brazos intentando esconder una leve risita, mientras volvía a ponerse el cinturón de seguridad. - Mentirosa. Quieres más agua? -
Siguieron avanzando, él estuvo haciendo preguntas y muecas y bromas para contentarla, incluso le tocó la mejilla para confortarla, y terminó por quitarse los lentes a cambio de que ella contestara una pregunta. Definitivamente era un chico insistente, y al poco rato ella ya se estaba riendo de nuevo. - Ya ves? ya se te olvidó! -
Llegaron a su destino y se despidieron. Que par de tontos en verdad.
1 comentario:
sí suele pasar en la vida real jeje
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