jueves, 14 de mayo de 2009

aunque parezca, no tienes la culpa (la culpa es del amor!)


Un poco de mi tienes
para bien
para mal ♫
para la eternidad
[Ely Guerra, fragmento]


- ¿Porqué juegas conmigo? ¿Porqué no me tomas en serio? -
- Yo no juego contigo. Soy una persona seria, te tengo mucha paciencia, he puesto muchas expectativas en tí -



Le miró, ella estaba del otro lado de la mesa. Le gustaban sus ojos, su risa y su franqueza... Y sus piernas. Le fascinaba al tiempo que le molestaba su tremenda seguridad. ¿Quien se creía ésta chica? Como si se mereciera el mundo y la atención de todos. Ni siquiera era muy práctica para resolver problemas en la vida real. Pero ni él mismo podía negarle muchas cosas. Era ella. A veces deseaba lastimarla, hacerla sentir mal, que sintiera lo que él había sentido meses atrás, cuando ella no tomó las cosas con la seriedad debida. Por lo menos que se volviera más consciente de la vida real. Otras veces lo olvidaba, porque era tan agradable, le hacía reir, pasar tiempo con ella era tan fácil... Pero ella no era parte de su vida, eso sí lo sabía.

Él no podía saber cuanto en realidad le dolía él a ella. Lo sospechaba pero evitaba pensarlo. Total, él era así, y ella se lo buscó, él no hizo nada. Aún así, le gustaba estar cerca para ella.

Sabía que no era pasado por la intensidad de su mirada, - "la ventana del alma" jaja... - Ella. Su rostro...



Ella despertó con el ruido de la lluvia. ¿Lluvia a principios de mayo? Le pareció un poco raro pero ideal para el calor. Viva la lluvia! Recordó los días anteriores y se preguntó si lo habría inventado todo. ¿Sería acaso que en verdad se había enamorado como idiota? No sabía si eso era amor, pero que diablos?! Nunca había querido a nadie así. ¿Cómo podía saberlo?
Aventó la almohada con fuerza, la cual aterrizó suavemente fuera de la habitación - como para burlarse de su 'gran' fuerza -. Maldita sea, era incomprensible. Irreal. Él empezó! Y nada había sido en serio. Y le había enseñado tanto...

Ella no podía saber en realidad si le dolía ella a él, sospechaba que no demasiado, pero sabía por su mirada que era más de lo que él habría de admitir nunca. Y sabía también que él no era parte de su vida y nunca lo iba a ser. Ni él, ni sus ojos, ni su sentido del humor o los viajes de los que tanto hablaron. Nada, nada de él.


Él le ha visto y ella sonríe, es ist Besser so y vienen tiempos mejores. Ella le ha visto, y él sonríe también, es mejor así, lo entiende mejor que ella.

Y ambos están en su lugar en el mundo.



- Todavía no consigo lo que me pediste!
- Creíste que iba a ser tan fácil?
- La verdad sí.
- En que mundo vives, niña?
- En mi mundo rosita y feliz :)

1 comentario:

Anita dijo...

wow! esto sí me llegó