Cómo me gusta la tradición del día de muertos, desde que era niña, porque mi papá me compraba calaveritas de azúcar, que claro, en aquél tiempo me comía y ahora decoran mi altar.
Antes ibamos cada año con él al panteón, era una cosa que no me podía brincar. Podía hacer lo que fuera el día 1o, pero estar de vuelta el 2 para salir al rancho a "muertear", lo que en el lenguaje de mi apá era ir a ponerle flores a los parientes ya idos al otro mundo. Y luego de eso siempre había algo sustancioso de comer en la casa, y llegaban muchos primos y tíos y vecinos, a ver que había. En ese tiempo no lo apreciaba tanto como ahora, que lo veo un poco más en perspectiva.
Definitivamente me sigue gustando, la diferencia es que ahora tengo a quien hacerle un altar, y realmente me gusta hacerlo y dedicarle tiempo, y estar allá, en la casa donde mi sueño es tranquilo como en ningún otro lado en el mundo.
3 comentarios:
Sipi, esta tradición es muy bonita y colorida en vez de triste y lúgubre, por ahí leí alguna vez que los huesos son el alma del ser humano ya que es lo último que desaparece ;)
Me gusta eso de que los antepasados vienen de visita, a las visitas siemmpre se les recibe con una sonrisa
:)
Jajaja... Oye chiquilla, ¿Por qué me pirateas mis ideas?
;)
A mi también me encanta esta tradición, sobre todo ir al rancho a "muertear" como dices tú...
¡Salud!
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