viernes, 9 de octubre de 2009

guácalaaaa!

Ayer andaba por allá por Zitácuaro por cuestiones laborales, edá, y me confirmaron las sospechas sospechosas de las "cosas raras" en la comida, no sé que era pero iugggggg, mejor no quiero saber. Aquí el post donde les conté. Bien, el caso es que la señora loca que hacía la comida me ponía cosas a mí, a otro ingeniero (al que le dije), a otra chica (que nunca se comía nada, porque ya le conoce la fama) y a sus plantas y bueno, ahora se fue del trabajo y metió una demanda laboral, y no quiere llegar a ningún acuerdo.En fin, no les cuento todo el choro mareador, pero creo que hasta tendré que ir a declarar.

¿Saben cuál es el problema? Que nunca la tomamos TAN en serio, y si digo "la tomamos" no me refiero sólo a mí, edá? Con todo y que dejé de comer la comida de esa señora hace un rato, ésto tiene más tiempo del que parece, y bueno, honestamente debieron darle las gracias hace varios meses por muchas, muchas y muy válidas razones, pero no se hizo por compasivos y por confiados. Y ahora hay consecuencias de una mujer loca y despechada... (Porque mi inge no le hizo caso! - Obvio, deberían verla-).

Ya les diré cuando esto termine, por lo pronto mendiga viejaaaaaa, guácalaaaaaa!!!

4 comentarios:

Mario Samano dijo...

chale, qué mala onda.

Violeta dijo...

guacalaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!

cuenta detalles, qué te comiste?


jojo disculpa mi morbosa curiosidad jaja

Florecita Rockera dijo...

Pues la comida "normal" que ella hacía. No sé que me ponía, ni que tanto habré comido, además antes no desconfiaba, y luego no estaba bien segura pero por si las dudas dejé de comer.

(Aunque si me da curiosidad pero que tal si luego me muero del asco si me entero?)

Violeta dijo...

si mejor que se quede en el misteriooooo tienes razón.

que historia !