martes, 7 de abril de 2009

recuerdo de un bosque en el verano


(O un verano en el bosque)

an Dich!


Despertó esa mañana y lo primero que notó fue el clima fresco. Aún antes de levantarse podía sentirlo. Sonrió. Le gustaba despertar con un clima así, tirando a frío pero no tanto como para no querer salir de la cama, y al mismo tiempo lo bastante tibio como para salir sin suéter. Le recordaba tiempos de verano en el bosque. Extrañaba esos despertares suaves, el verdísimo bosque, la cama junto a la ventana, cuando se sentía reina del mundo. Es desde ahí que me gusta el bosque? O desde que me llevaban de campamento? - se preguntó al tiempo que se enderezaba. No sabía. Tal vez antes, o tal vez después. Podría ser que simplemente siempre fue así. La verdad es que eso no importaba.

Se detuvo un momento. - Cómo cambian las cosas - pensó mientras miraba por la ventana.

Recordó la noche anterior. "Fuiste a la fiesta con un chico y estuviste mirando a otro todo el tiempo, y a final los botaste y te fuiste con un tercero" - reclamó él, y ella no pudo contestar, era de cierto modo verdad. Cerró los ojos por un momento. "No, mi vida, yo no te boté, tu no puedes y no quieres estar conmigo. No pude evitar mirarte, y tú tampoco, tú me buscaste! Cobarde... Y sabes? Yo no te habría dejado. Yo no te hubiera dejado ir solo a esa fiesta..."-. Pero no tenía caso contestar.
Pensó en su amiga y en como aún creía en los cuentos de hadas. Los casos eran diferentes, pero similares. Parecidos pero ocupaban posiciones diferentes en el juego. Era difícil saber quien era más ilusa de las dos. Como fuera, este caso no era uno, o al menos no podía terminar con un final feliz, no cuando el chico que ella quería y no hubiera dejado era un experto en el juego. No cuando él le buscaba para luego alejarse. No cuando él no tenía el valor de decir "esto es así". Y no cuando ambos tenían tanto que perder. Ahora ella sólo quería alejarse de él, y era él quien insitía.

- Como cambian las cosas - se repitió, y sonrió tristemente por dentro mientras se levantaba y buscaba un pantalón y una blusa.

Recogió su pelo con una liga. Se preguntó donde habría aventado los zapatos (que encontró después en el cuarto de los libros). "No es miedo ni nada parecido, es precaución" - repitió para sí mientras cepillaba sus dientes. Se sintió lista para enfrentarse a él cualquier día, aún sabiendo que sus posibilidades de volver a temblar al verlo eran considerablemente altas. Ella tendría que construir su final feliz.

Se paró en el umbral de la puerta y echó una mirada. Respiró. Sonrió de nuevo al comprobar el clima y salió al mundo exterior, al cotidiano tráfico de la hermosa ciudad, pensando aún en aquél bosque en el verano (aquél verano en el bosque?) y en como no todas las cosas cambian.

5 comentarios:

Mónica Pulido Echeveste dijo...

ya me voy al bosque. Primavera en el bosque?? No. Solo el bosque en Primavera :P Nos vemos!!

Borracho dijo...

No todas las cosas cambian. Es cierto. Y uno puede cambiar de rol en el juego, también. Aunque he de confesarte que es más divertido estar del otro lado. Del lado de quien tiene el control (o parece tenerlo). Curioso, pero un tiempo yo también creía en los cuentos de hadas... Buen post. Te felicito.

Mario Samano dijo...

yo quiero ir a ese bosque. llévenme.

marko dijo...

uno puede ganar el juego retirándose, es tambien una estrategia, creo que sun Tzu lo menciona.

Puedes retirarte para pelear otro dia y evitar bajas innesarias.

pero parece que lo tuyo es la carga de caballería, muy arriesgado

Creo que eso ya lo habíamos hablado y habías ganado

Florecita Rockera dijo...

ah Black, es que esa la gané, y ésta es otra ;)

Mario, el bosque del que yo hablo está más lejos, pero lo importante son las personas y la convivencia, así que vamos armando algo y verás ;)