domingo, 12 de septiembre de 2010

karma?

Dios y el Universo me aman. Pasaron un par de cosas fuera de mis deseos éste fin de semana, pero nada tan grave.
Me pregunto si será mi karma que se las está cobrando. Y me respondo que de ser así, aún la vida me sonríe porque las cosas siempre pueden ser peor (y no lo son).

Ayer nos fuimos al rancho con algunos amigos, y no había luz, pero había velas. No había refri pero el agua estaba tan fría! Pusimos una tina con agua helada para la carne (ésta técnica no fue tan efectiva con la cerveza). Tampoco funcionaba el micro pero había gas y por lo tanto estufa. Rompí la llave de donde se guarda la madera, pero Alex se brincó y nos pasó pieza por pieza y no pudimos sacar el brasero pero si un comal bastante grande.
Y para mantener mi historial de dolores me caí en un hoyo, pero ey! No me quebré la pata!


No vino el sr. cara de papa, pero ya lo hará un día. Y mientras tanto, presumí mi pijama hasta que me cansé y dormí como angelito (aunque no en mi cama...) y me olvidé de los problemas.

Y finalmente, hoy por la tarde, regresamos de ese lugar mágico donde embriagan con oxígeno puro...

2 comentarios:

Anita dijo...

Pues yo diría que la vida te puso soluciones a lo que se te presentaría.

Qué rico ha de ser el aire de tu rancho. Nomás no te excedas con el oxígeno porque hiperventilas.

Florecita Rockera dijo...

Jaja, la vida es una maravilla!

Allá todo es riquísimo, fíjate que no hiperventilo normalmente, peeeero volver a la ciudad es como regresar a un mundo extraño, diferente...